Sin tus ojos de faro redondo,
mi camino es oscuro, torpe y frío.
Sin tu piel de manzana por piel,
mi cuerpo es silenciosamente profundo.
Sin tu rocío de ganas, infinitas y azules,
mi esperanza es mortal, cruel, corta.
Sin ti, la vida es, apenas, una pincelada del destino...
domingo, 26 de julio de 2009
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